martes, 30 de abril de 2013

No me hables de futuro

Queridos amigos, creo que he empezado a sentir el efecto de la anestesia que el cerebro destila cuando llega al tope de tres años en estado de absoluta incertidumbre, y os diré que ahora mismo mi mente bloquea todo intento de imaginarme qué será de mí en 2013, es más, bloquea todo intento de que me haga una idea de qué podrá ser de este cuerpo que habito en agosto, el mes que viene, este mismo fin de semana. Se han acabado los planes, el adelantarse. Ya lo decía mi abuelo, si crees que puedes llegar a algo en el futuro es que te olvidas de que hay gente que tiene el poder de permitírtelo o no. He dejado de estar enfadada, y no sé si eso me gusta. Ya no leo el blog de Alberto Olmos ni me cabrea la literatura, ni las editoriales, ni la falta de dinero para consumir buenos libros. Ya no pienso que debería sacarme un título más, un master más, una certificación de idiomas más para conseguir algo mejor, ya no tengo ganas de consumir, no sólo por falta de posibles, sino también un poco por desdén. Amigos míos, queridos amigos, no es depresión, lo sé, es no focalizar; como cuando era una niña y la semana se hacía eterna hasta el siguiente capítulo de Candy Candy y nunca me preocupaba de si al final estaría viva para ver el desenlace de la temporada porque si lo veía bien, y si no también. Todo tiene una importancia relativa, o directamente no la tiene, como decía la vieja tortuga Morla de ‘La historia interminable’, ¿no es cierto vieja? Turn on. Turn off.

5 comentarios:

  1. Me encantaba Candy Candy.
    Turn off es una buena opción.

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  2. Candy Candy empuercó nuestras mentes pre adolescentes, sí, a mí también me gustaba mucho, pero tenía menos conciencia de pérdida por no poder verla (si nos quedábamos atascados en una caravana dominguera, por ejemplo).

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  3. Hosti tú, acabo de recordar que yo también veía algunas veces Candy Candy.

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  4. Le voy a empuercar aún más el cerebro: tenía un compañero de clase que me robó un cromo donde aparecía Annie (la supuesta amiga de Candy Candy), con el que se estrenó en las artes masturbatorias.

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  5. ya te digo que encajar perfectamente en en los parámetros del sistema actual sí que sería preocupante.

    acompaño tu desdén frente al consumo. buena señal.

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