martes, 18 de enero de 2011

La vida después de Facebook

Hoy he leído la entrada del blog de Alberto Olmos, donde hablaba sobre el arte y los ricos, o los hijos de los ricos que crean arte, y me ha hecho repensar sobre el tema, y la carcoma ha vuelto a mí, y se me ha caido un mechón más de pelo cuando alguien a quien conozco ha mencionado en Facebook el blog de María León y su ruta de moda por Sevilla, y pienso en que Bukowsky quizá, y sólo quizá, dejó de escribir durante diez años no como modo de protesta por el proceso de publicación, sino porque no tenía sus puñeteras necesidades cubiertas.

En Facebook la gente publica estados y emplea los verbos chiflar e ignorar por igual, y yo, con un sólo amigo en la red, tengo que aprender a manejar mi vida después de que mucha gente haya aprendido a utilizar las opciones de privacidad de sus perfiles. La vida después de Facebook.

Y es que trabajar y no poder ver perfiles a veces no deja ganas para decir ni una palabra, y justo por eso os tengo que dejar ahora, que mañana madrugo y aún me quedan tres relatos del libro 'Premonición', de Pepe Cervera, del que quiero hablaros pronto...

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